Entre sombras desconocidas durante la noche y el fuerte bamboleo de los árboles por la brisa, una figura en movimiento se hace evidente sobre el andén de la calle 63. El arrastre de su pie confirma su presencia, y poco a poco a la luz sale una nariz de pico de águila, una verruga que figura al mapa de Brasil en una selva de pelos y ojos verdes saltones que permite que esta serie de cualidades físicas sea identificado como el terror de los infantes de la cuadra.
“La Bruja”, le apodan chiquillos como Daniel Cardona, un regordete de cabellos erizados, que a través de su pícara inocencia, reconoce con orgullo ser el promotor de los cuentos en donde sospecha y comenta que La Bruja o la señora Yaneth Perdomo, durante la noche caza a los gatos y los envenena con azufre y a las vecinas les echa porquería en los jugos de mango viche que ofrece durante los chismes de terraza en las tardes. Sin embargo, actitudes de liderazgo y carisma sobresalen de la señora Yaneth a la hora de compartir y luchar por el bienestar de la comunidad, opacado así, la apariencia distorsionada que muchos sin conocerle de verdad le acusan por tener el exterior que no la define.
Una bata y zapatos bien lustrados por lo general identifica un medico, un científico o un psiquiatra, pero estos detalles o implementos laborales es casi imposible de verlos en un albañil o a un mandadero. Sin embargo, Germán Zabaleta un hombrecillo de metro y medio, y de profesión Maestro de obra o albañil, le es respetado ante sus vecinos como el medico de las casas. Con bata blanca, un metro al cuello como estetoscopio, botines lustrados y cachucha de chica águila 2010, se dirige ante el problema de manera inmediata determinando así, un diagnostico sobre el hueco que esta en la pared o el pollito que se tiene que hacer en el baño. Pese a su labor como albañil nunca deja aun lado otro rebusque, pues quieto no concibe estar.
Ser el manadero de las señoras, el guardia de la chaza de los minutos o el lleve bultos del granero, les grato a su vida, pues a sus 45 años el único remedio es estar activo frente a su limitación, aunque para este maestro, medico, albañil o mandadero considera que para tener una casa o un lugar sano, es estar siempre en un perfecto estado animo sin importar lo sea o lo que estés exteriorizando.
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